Foto: Fátima Rodríguez

11 diciembre, 2010


–¡Carajo, Liliana!

Se sentó en la poltrona, llevándose las manos a las sienes.

Liliana estaba tras la barra de la cocina, sentada en un banco, cruzada de piernas, con los shorts que a penas cubrían por encima del muslo, con la blusa ligera de tirantes, el lunar en su rodilla izquierda, agitando la sandalia que colgaba, sostenida de los dedos de su pie. Fumaba en silencio, sin expresión, mirando el reloj de la sala.

–Lo platicamos hasta el cansancio, ¿recuerdas? Para lastimarnos lo menos posible.

Liliana al fin regresó en sí.

–Te lo iba a decir.

–¡¿Decirme qué?! –elevó el tono, pero a la mitad de la frase la voz se le quebró– ¿que estás cogiendo con otro?

–No, que siento que lo nuestro no da más. Como lo habíamos platicado –dijo con una entonación suave, casi tierna. Parecía no tener el mínimo remordimiento.

–Pero no lo hiciste. Tuvo que ser de esta manera. Darme cuenta de que me estaban viendo la cara. ¿Desde cuándo, Liliana?

–Seis meses.

–Puta madre –comenzó a respirar hondo para de evitar el llanto. No porque no quisiera llorar, sino porque sabía que, de hacerlo, Liliana no se conmovería en lo absoluto. Tenía la necesidad de hacerla sentir mal, pero se veía en la derrota aún antes de intentar cualquier cosa.

Frotó sus ojos con los puños de su sudadera y hasta cuando pudo hablar continuó con las preguntas.

–¿Qué sugieres?

Liliana exhalaba el humo por la nariz, mientras untaba mermelada a la mitad de un bolillo.

–¿Yo?, nada. No estoy en posición para hacerlo. Fui yo quien falló, seré yo quien tenga que aceptar las consecuencias. A quien le corresponde decidir en este caso es a ti.

Detestaba que Liliana tuviera razón y que hablara con aquella parsimonia y cátedra. La podía perdonar sin dificultad, olvidar todo, proponerle que empezaran de nuevo. Imposible. Acababa de escucharla decir que lo suyo había muerto. De eso habían charlado tantas veces. No soportó más.

–Bien, mañana vendré por mis cosas –dijo y salió del departamento.

–Fernanda, espérate –Liliana quiso reaccionar. La puerta ya estaba cerrada.

Se puso de pie, acomodó su cabello tras la oreja y apagó el cigarrillo sobre el pan con mermelada.

Gibrán Domínguez


05 diciembre, 2010

Sin título


Quise llevar en la maleta

el sabor fugaz de tus entrañas

y quedó en el aire circular y cierto,

el insulto a lo viril de mi esperanza.


Ya me voy por caminos más largos que el recuerdo

con la hermética soledad del peregrino,

pero, circular y cierto, a mi costado

algo marca el compás a mi destino.


Cuando al final de todas las jornadas

ya no tenga un futuro hecho camino,

vendré a reverdecerme en tu mirada

ese riente jirón de mi destino.


Me iré por caminos más largos que el recuerdo

eslabonando adioses en el fluir del tiempo.





Ernesto Guevara de la Serna




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Tomado de: www.elgrito.org.mx



04 diciembre, 2010

Viajar ilustra


Allí adentro hacen sus toquines Llimi Jenrics, Pol Macarny y Choc Verri
Foto: Ciudad Valles, San Luis Potosí
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Viajar Ilustra: Los carteles e imágenes que llaman la atención e iluminan ese exquisito y enriquecedor hábito de la vagancia

23 noviembre, 2010

Soneto II (creo)





En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.

Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,

teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.

Sor Juana Inés de la Cruz

Rocola Bloggera - Dance me to the end of love (Leonard Cohen)



¡Qué letra!

13 noviembre, 2010

Trozos de trazos

No nos estaba permitido envejecer, deformarnos apenas, pero nadie impedía que los años pasaran, señalados con festejos, con el escándalo alegre y repugnante de la inmensa mayoría ruidosa de los que ignoraban –a veces podía creerse en un olvido– que los burócratas de Brausen los habían hecho nacer con una condena a muerte unida a cada partida de nacimiento.

Juan Carlos Onetti

Fragmento: La muerte y la niña.

Preciudadanía




Por Ximena Peredo
El Norte / 13 de noviembre de 2010

Siendo sinceros tendríamos que aceptar que si la exigencia de algunos se cumpliera y renunciaran todos esos funcionarios públicos corruptos y portadores de ocurrencias temerarias, cuyo único mérito fue cargarle el portafolio a la persona indicada, las cosas no darían el giro inmediato que esperamos. No niego que los gobiernos tienen la perversidad de saquear al País completo y, sin embargo, a veces es difícil distinguir la indecencia individual de un ciudadano de la de un político.

La fiebre de la ciudadanización me recuerda aquella estrategia de hace 10 años de incluir en todos los discursos políticos el concepto de "equidad de género". La mayoría de los oradores no podían explicar qué significaban esas palabras, pero siempre mencionaban la importancia de "los derechos de las mujeres" como si al hacerlo ganaran el pase a la sociedad de los políticos modernos. La demagogia quedó evidenciada cuando el discurso reivindicatorio terminó institucionalizado, sin las mejoras sustanciales prometidas.

Algo semejante sucede con esta ola "ciudadanizadora", que de pronto es presentada como el remedio a todos nuestros males, la panacea. Por ello no hay dependencia gubernamental sin consejo ciudadano, aunque éste sólo sea invitado a comer galletas y a escuchar. Así se legitiman muchas autoridades que sofistican su discurso haciéndolo pasar como sensible y democrático, sin que esto sea confirmado en el diseño de sus políticas públicas que perpetúan la desigualdad social y el permanente estado de excepción.

Coincido en la esperanza que despierta la cada vez más extendida toma de conciencia del ciudadano común en la responsabilidad que comparte con otros miembros de su comunidad, sin embargo, para no convertirnos en replicadores de lo mismo que criticamos, la ciudadanía debe prepararse. En esta tarea es menester observar y desmantelar el abuso en nuestras prácticas diarias de convivencia. Es decir, no basta tomar el poder, hay que transformarlo.

Hace una semana la organización Corpovisionarios, con auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo, presentó los resultados de la encuesta de cultura ciudadana aplicada en Monterrey y otras ciudades latinoamericanas. Los resultados no fueron muy halagüeños en lo general, aunque en lo particular nos distinguimos por confiar y respetar la Ley. Sin embargo, fuimos evaluados como una de las ciudades con más atraso en cultura ciudadana, repuntando en el uso de la violencia como medio para resolver conflictos.

Así que al clima de inseguridad impuesto por el crimen organizado y los gobiernos ineptos o cómplices, habría que agregar la amenaza latente de un regiomontano frustrado. Nuestros mayores problemas son gestados en pequeñas, pero significativas conductas antisociales. Por eso me asustan los golpes de pecho de quienes dicen ya no reconocer a la Ciudad que abandonaron a su suerte. Desconfío de quienes esperan cínicamente los beneficios que otros ciudadanos luchan por conquistar.

La formación de una ciudadanía crítica, activa y convencida de los beneficios de la deliberación puede salvar los destinos de nuestras ciudades y de nuestras prácticas de convivencia. De eso estoy convencida; pero nadie nace ciudadano. Don ciudadano o doña ciudadana no son personajes sabios ni decentes por naturaleza. Por eso insisto en que no inflemos su condición de aprendiz, ni dejemos que la demagogia institucional acabe con la esperanza.

Al terminar la presentación de los resultados de la encuesta en el marco del Encuentro Ciudadano pro Cultura de Legalidad, realizado en las instalaciones de la EGAP, Antanas Mockus, ex Alcalde de Bogotá, ofreció a Monterrey un consejo que me pareció sensato: no dejar de aprender. La soberbia y la desesperación son obstáculos para la construcción de esa cultura ciudadana que podría movilizar a la administración pública para la que nada urge porque goza de privilegios inmorales.

Adendo: Ciudadanos y ciudadanas nos convocan mañana a partir de las 9 de la mañana a un picnic en la Plaza La Purísima. Al compartir el espacio público, dialogar y divertirnos construimos ciudadanía.

01 noviembre, 2010

Tránsito


Oh amigos, esta noche he recordado
la futura mañana en que vosotros
me llevaréis dormido
como a un obscuro leño en vuestros hombros.

Aún bajará del cielo
la luz que vive, en gozo por el campo.
Y sonará en los aires
el sueño de los pájaros.
Y tenderá la tierra entre las sombras
sus maternales brazos.

Yo pesaré de gratitud, oh amigos.
Y a cada paso el pecho caminante
recordará las horas
en que tomaba el corazón su parte.

Alejandro Áviles






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Tomado de: http://sehadetenidounpajaroenelaire.blogspot.com

22 octubre, 2010

Trozos de trazos


"El mundo habrá acabado de joderse –dijo entonces– el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga."


Gabriel García Márquez
Fragmento: Cien años de soledad

16 octubre, 2010

Crónica


Welcome to Mexico City


Yo no hubiera querido que la vida

me regalara esta historia.

Héctor Abad Faciolince


Una de las principales características sociales de nuestra América Latina es la brecha enorme de desigualdad. Mientras el fenómeno perdure, la sociedad –y con ella el Estado– mantendrán una inestabilidad constante. El remedio es milenario, mas no sencillo de conseguir: Aristóteles advertía, cuatro siglos antes de nuestra era, que para que tener un Estado estable se requiere una clase media amplia.


Tarás Bulba de Nikolai Gogol era el libro por el que salí de casa el sábado 2 de octubre de 2010. Pensé en comprarlo el viernes por la tarde para avanzar en su lectura durante el fin de semana, pero una serie de retrasos en el día me obligaron a posponer la compra.

Tomé el autobús poco antes de las dos de la tarde, pagué y caminé por el pasillo. El único asiento que vi desocupado era uno pegado a la ventanilla, en la parte posterior. Tuve que despertar al pasajero en el asiento del pasillo para que me permitiera pasar (tardé más en acomodarme que él en volverse a dormir). El sol me daba directo a la cara, el aire que entraba estaba helado y el camino –el de rutina– aburrido. Abrí el morral y saqué el libro que desde hace dos semanas estoy a diez páginas de terminar: una antología de cuentos y poemas en prosa de Oscar Wilde que el Conaculta reeditó a finales del año pasado. Comencé a leer la Balada a Margarita: “Estoy cansado de quedarme en la selva mientras los caballeros se reúnen en la plaza del mercado”. Continué hasta descubrir, a la par que el protagonista del poema, que Margarita, la princesa amada, había muerto. El poema termina en un diálogo desolador:

–Entra, hijo mío; acuéstate y deja a los muertos enterrar a sus muertos.

–¡Oh, madre, ya sabéis cuán sinceramente la amaba! ¡Oh madre!, ¿una sola tumba es bastante ancha para dos?

El sol era verdaderamente molesto y el siguiente texto era Serenata: “El viento de occidente sopla con furia sobre el sombrío mar Egeo…”. Interrumpí la lectura. Las respiraciones demasiado profundas de una de las personas que acababa de subir me llamaron la atención. Sin cerrar el libro, lo miraba de reojo. Luego comprendí. Al final del pasillo un grito: “¡’ora sí , hijos de la chingada, valieron madre todos!” Quise voltear a ver pero me desconcertó el madrazo en la cara con el que despertaron a mi vecino de asiento. El sonido fue seco. El hombre a mi lado apenas intentaba saber lo que pasaba, cuando dos puñetazos más dieron en su boca. Otro grito, que no supe de dónde vino: “¡Saquen dinero y celulares!”

En un instante brevísimo quedé viendo hacia el piso. Miré mis lentes doblados entre mis tennis, la zona que va de mi párpado inferior al pómulo punzaba cada vez con más fuerza. Sin alzar la cara di dinero y celular (ambos venían en el mismo bolsillo). “¡Dame tu pinche chamarra!” oí que le gritaban a mi vecino sin dejar de golpearlo.

Detuvieron el autobús y se bajaron.

El traslado siguió.

“¿Estás bien, carnal?” le pregunté a mi vecino, mientras él escupía sangre (y yo descubría el “carnal” en mi forma de hablar). Era evidente que no lo estaba. De cualquier modo, asintió con la cabeza y a los pocos minutos pidió la parada.

Los siguientes momentos fueron una parvada de rumores, gritos, llantos, consuelos, recuentos de los robado, descripciones personales (sólo así supe que los asaltantes venían armados), hubieras, y suficientes para darme cuenta que mi párpado derecho se encontraba inflamado y dolía. El sol ya no importaba. Las miradas de mi perímetro inmediato daban hacia mí. “¿Estoy sangrando?” pregunté; una señora al otro lado del pasillo movió la cabeza negando. Menos mal. De entre los pasajeros, un vendedor de bon ice –de menos edad que yo– se acercó y me regaló uno: “póntelo en el ojo” me dijo.

Pedí un teléfono. El cobrador del camión me prestó el suyo (pude haber sospechado de él, pero no tenía ánimos). Le marqué a Daniel, un compañero de oficina, quedamos de vernos en un punto intermedio para ambos. Recogí mis cosas del piso, del libro abierto alcancé a leer una línea (“el cielo descolorido toma un tinte vagamente azul”) que consideré una alusión a mi rostro.

Descendí del camión, me dirigí al punto acordado. Aguardé lo suficiente como para que el bon ice se derritiera y un vendedor ambulante de tacos me donara otro trozo de hielo. “Ya te había visto, me hubieras dicho desde antes”, me reclamó.

En esta ciudad especialmente, el tráfico es el peor enemigo de la puntualidad. Por fin llegó Daniel. Subí al coche y me llevó a la Cruz Verde, cerca de las oficinas de la Delegación Venustiano Carranza. Como siempre, la sala de esperas de urgencias estaba repleta. Me registraron con una parsimonia burocrática y pidieron que pasara a la oficina del doctor Gunter (si mis padres tenían cierta afición por Gibrán Khalil, seguramente los suyos la tenían por Gunter Grass). Llegamos a la oficina, que era demasiado pequeña para todos los que estaban allí; Daniel se adelantó: “buscamos al doctor Gunter”, “dígame” dijo un tipo delgado con bata blanca y de una palidez de film de Tim Burton. De nuevo Daniel:

–Lo que pasa es que asaltaron a mi amigo

–¿Pero vienen por cuestiones médicas o legales? –interrumpió el médico algo extrañado.

–¿Perdón?

–Sí, ¿vienen a levantar una denuncia?

–No –dijo Daniel– golpearon a mi amigo, además lo asaltaron… ¿a quién vamos a denunciar?

–Yo denunciaría al presidente, que dice que su guerra contra el crimen funciona.

El comentario, quizá por la autoridad médica, me hizo recordar aquel post que una escritora regiomontana publicara en su blog, donde indicaba que por segundo día consecutivo (era febrero entonces) las palabras más buscadas en el twitter eran Calderón asesino “como protesta por tanta violencia que el presidente solapa”.

Gunter me revisó el golpe. “Parece que no es grave” dijo. Me tranquilicé un poco. “De todos modos hay que tomarte unas radiografías para asegurarnos”. Me indicó dónde quedaba la sala de rayos X. Antes de mí, en la fila, había un joven con el pie descalzo y un señor que no quitaba por nada sus manos del vientre.

“¿Fue jugando futbol?” le pregunté al primero, “no” me dijo, “me caí de una moto”. La espera nos llevó más de veinte minutos. “Ya se tardó” exclamó Daniel, “creo que el doctor está en su hora de comida” dijo el tipo con el pie descalzo, “yo ya llevo rato esperando”. Siguió la espera.

Sobre la lámpara la radiografía indicaba que todo estaba en su lugar (a estas alturas, el dolor había desaparecido). Me recetaron. “Siga aplicándose hielo sobre la parte inflamada y cuídese” dijo Gunter y continuó: “qué mal que la ciudad lo haya recibido de esta manera; justamente ayer me robaron la cartera”. Sin que alguien lo pidiera, Daniel agregó: “lleva aquí casi un año”, “ah, entonces ya se había tardado”, contestó el médico.

Hasta ahora, todas las personas que saben sobre la gama de tonalidades púrpuras en mi párpado, terminan en lugares comunes (tal vez en un afán de consuelo) como “ya lo pagarán” o “pero así les va a ir a ésos”, etc. Yo digo que no es cierto.

Gibrán Domínguez López



Rocola Bloggera - Sandra Nkaké




"Higher"...Vale la pena escucharla.

08 octubre, 2010

Viajar ilustra




Seguramente por allá de 1868 el estacionamiento de Palacio Nacional o el del castillo de Chapultepec así decía.

Foto: Morelia, Michoacán.
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23 septiembre, 2010


Obama pide a Israel que extienda el veto a los asentamientos


La congelación de las obras de ampliación de las colonias finaliza el día 29.- El presidente de EE UU confía en que el año próximo el Estado palestino forme parte de Naciones Unidas

ANTONIO CAÑO - Nueva York - 23/09/2010

Ante la notable ausencia de la sala de la Asamblea General de la ONU de la delegación de Israel, justificada por la celebración de una fiesta religiosa judía, Barack Obama ha pedido hoy a la comunidad internacional un esfuerzo colectivo que facilite un acuerdo de paz entre el Gobierno israelí y la Autoridad Palestina, con un Estado palestino independiente y soberano conviviendo en paz con un Estado judío reconocido por los países árabes.

Nunca antes un presidente de Estados Unidos había defendido con tanto énfasis en este foro -la ocasión anual en la que le habla directamente al mundo- la necesidad de una solución del conflicto medular de Oriente Próximo, incluyendo los derechos de los palestinos. Obama ha dedicado más de una tercera parte de su discurso a abogar por esa causa, que se ha convertido en la más importante de su política internacional, por delante o a la par de la lucha contra el terrorismo.

Ha exhortado a todos los Gobiernos representados en la sesión a "convertir en hechos" sus frecuentes palabras de solidaridad con uno u otro bando. Los que dicen apoyar a Israel, "tienen que comprender que la verdadera seguridad del Estado judío requiere una Palestina independiente, una que permita al pueblo palestino vivir con dignidad y oportunidades". Los que dicen apoyar a los palestinos, "tienen que comprender que los derechos de ese pueblo solo serán obtenidos por medios pacíficos, incluyendo una sincera reconciliación con un seguro Estado de Israel".

Esta equidistancia, seguramente imprescindible para un presidente que está actuando como mediador de unas negociaciones complejas en las que muy pocos confían, resultan, no obstante, extrañas en el lenguaje tradicional usado en las relaciones entre EE UU y su más estrecho aliado del planeta: Israel.

Aunque no sea esa la razón de la ausencia de los delegados israelíes, éstos se libraron, gracias a su celebración religiosa, de escuchar una intervención que muy probablemente no será del agrado del primer ministro Benjamin Netanyahu. Entre otras cosas, porque Obama ha insistido en que su Gobierno "debe de extender la moratoria de la construcción de asentamientos" judíos en territorio palestino.

Obama ha defendido también con insistencia el derecho de Israel a su existencia, así como su "legitimidad como histórica patria de los judíos", y ha advirtido que quien no lo reconozca "se enfrentará a la infranqueable oposición de EE UU". "Amenazar o matar israelíes no sirve para ayudar a los palestinos. El asesinato de israelíes inocentes no es resistencia, es injusticia. No se equivoquen: el valor de un hombre como el presidente Abbas [Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina], que defiende a su pueblo frente al mundo en circunstancias muy difíciles, es mucho mayor que el de los que disparan cohetes contra mujeres y niños inocentes", ha manifestado Obama en un foro en el que con frecuencia son más aplaudidos los elogios a los segundos que al primero.

El presidente norteamericano ha admitido que la negociación recién iniciada entre palestinos e israelíes será muy difícil. Ha comprendido a los cínicos que, después de tantos intentos frustrados, están resignados al actual status quo. Pero advirtió que, si de verdad se cree en los derechos que de forma rutinaria se defienden años tras año en esta Asamblea, hay que tener éxito esta vez. "Si no se consigue un acuerdo", ha dicho, "los palestinos nunca conocerán el orgullo y la dignidad de tener su propio Estado, y los israelíes nunca conocerán la seguridad y la tranquilidad de convivir con vecinos estables y soberanos comprometidos con la coexistencia".

El esfuerzo principal, ha añadido, lo tienen que hacer las dos partes involucradas en la negociación. Pero el resto de los países pueden ayudar de forma decisiva, especialmente los árabes, "que deberían aprovechar esta oportunidad para dar pasos tangibles hacia la normalización con Israel".

"Si lo hacemos", ha augurado Obama, "cuando volvamos aquí el próximo año, podemos tener un acuerdo que permitirá admitir a un nuevo miembro de Naciones Unidas, a un Estado palestino independiente y soberano viviendo en paz con Israel".

Eso sería, sin duda, la apoteosis de la política internacional de Obama, sometida en estos momentos al duro desafío de convertir en realidad las enormes esperanzas suscitadas por su llegada al poder. El Obama que se ha visto hoy en la ONU es un presidente marcado seriamente por las dificultades domésticas y con más modestas metas internacionales. Ha dejado, no obstante, huella de la peculiaridad de su gestión y de su personalidad en la defensa que hizo de la sociedad civil como vehículo de democracia y de desarrollo justo y en libertad.

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Comentario: Enterarse que el presidente de los Estados Unidos declare esto ante la asamblea de la ONU resulta esperanzador. Incluso, hace unos meses Fernando Savater escribió sobre él:

...Sin embargo, lo mejor estaba por llegar y es ahora, controvertido y limitado a la honrada estatura humana, cuando Barack Obama me merece auténtica admiración. Por haber intentado muchas cosas y haber logrado unas cuantas; por hablar con insólita claridad, a su país y al oportunismo "pacifista" de quienes le concedieron el Nobel; por haber irritado a los banqueros, haber decepcionado inicialmente a Michael Moore y conseguir que Fidel Castro le tache de "fanático imperialista"; por haberse puesto serio con Netanyahu y parece que marcar el inicio de un respaldo menos acrítico y más exigente a Israel; por haber luchado tenazmente por salvar lo más posible de su reforma sanitaria, pese a que quizá hubiese podido quedar bien aplazándolo todo para no "crispar" ni dividir al país; y -last but not least- por sacar de quicio a los frikis de nuestra izquierda y derecha mediáticas, que le acusan de ser demasiado americano o de querer "europeizar" Estados Unidos...

Ángeles Mastreta en su blog no deja de aventarle halagos en cada oportunidad que tiene.

Cada vez oigo a más académicos (que son las personas a las que les tengo menos desconfianza) sugiriendo su libro sobre cómo llegó a la Presidencia.

No obstante, hay algo que no deja de no cuadrarme: ¿por qué ese país debe seguir siendo el policía del mundo? No sé. Con tal rol ha hecho bastantes estragos. Espero que con el mismo intente remediarlos.

Insisto: espero.

21 septiembre, 2010

Nuestras vidas son péndulos




¿Dónde estará la niña

que en aquel lugarejo

una noche de baile

me habló de sus deseos

de viajar, y me dijo

su tedio?



Gemía el vals por ella,

y ella era un boceto

lánguido: unos pendientes

de ámbar, y un jardín

en el pelo.



Gemían los violines

en el torpe quinteto...

E ignoraba la niña

que al quejarse de tedio

conmigo, se quejaba

con un péndulo.



Niña que me dijiste

en aquel lugarejo

una noche de baile

confidencias de tedio:

dondequiera que exhales

tu suspiro discreto,

nuestras vidas con péndulos...



Dos péndulos distantes

que oscilan paralelos

en una misma bruma

de invierno.



Ramón López Velarde

04 septiembre, 2010

El drama de la ciencia: la patente, el desarrollo ilimitado y la dignidad

Gibrán Domínguez López

Chi vuoc por termine alli umani ingegni?

Galileo Galilei

Quod ratio non quit, saepe sanavit mora

Séneca

Si el siglo XX ha representado la etapa de la humanidad en la que tuvo lugar el mayor desarrollo científico y tecnológico que se haya visto en la Tierra; el siglo actual, en su primera década, da ya los primeros indicios de una serie de adelantos de trascendencia aún incalculable. La presentación del prototipo del Solar Impulse –el primer avión de energía solar– en junio de 2009, por ejemplo, hizo recordar a más de uno aquella famosa escena de 1903 en la que los hermanos Wright desafiaron la gravedad sobre el Flyer I.

El avance de la ciencia, en sus diversas áreas, ha hecho posible que el hombre haya podido llegar a la luna, vencer enfermedades antes mortíferas, crear procesos de producción que generan cantidades de alimento capaces de satisfacer a la población mundial y otro diez por ciento más de ella[1] e, inclusive, comenzar a manipular el proceso mismo de la generación de lo humano, de tal forma que el nacimiento y la muerte ya no pueden ser considerados del todo como independientes ni autónomos.[2] No obstante, y de una manera que va casi en contra de cualquier lógica, un número considerable de personas en el globo padece hambruna, países enteros enfrentan pandemias de las que poco se hace por combatirlas (como la del cólera en Zimbaue[3] y la de meningitis en Níger[4]) y los índices de mortalidad en nacimientos siguen siendo altos, ya por condiciones de insalubridad, ya por desnutrición. En suma, la comunidad global observa con asombro los logros de la ciencia y la tecnología y con estupor una tendencia hacia la reducción, cada vez más acentuada, de sus beneficios.

Respecto al conocimiento generado a lo largo de la historia, las civilizaciones han preservado ciertos valores que, dicho de una manera sencilla, pueden traducirse en: la posibilidad de que éste sea transmitido, producido o ampliado y pueda obtenerse beneficio de él. Sin embargo, estos valores comienzan a cambiar. Anteriormente se creía que el conocimiento era un patrimonio de la humanidad, una conquista de la evolución humana; ahora se advierte que se está convirtiendo en una patente, en una mercancía, en un secreto de empresas.[5] La cultura (desde su concepción más general), para serlo, debe cumplir con el requisito de ser compartida. Con directrices como las actuales se atenta contra la cultura misma y, peor aún, se priva a un amplio porcentaje de la humanidad de los beneficios que pudieran significar el progreso de la ciencia y la tecnología. De ahí que sea posible producir más alimento del necesario y persista la hambruna, de ahí que el cólera sea prevenible y curable y miles mueran a causa de éste. Ubicándonos en un contexto a mediano plazo, si se lograra desarrollar algún medio más eficiente para la potabilización del agua ¿beneficiaría a la población mundial o sólo a aquellos con la posibilidad de pagar el derecho de usarlo? Como simple ejercicio mental, tratemos de imaginar qué habría ocurrido si Fleming hubiera hecho del descubrimiento de la penicilina, un secreto.

De nuevo estamos cumpliendo las palabras de Verne, pero vistas desde el estrado de nuestro tiempo: lo que un hombre pudo imaginar, hoy podemos hacerlo realidad. El progreso científico-tecnológico y su velocidad son incuestionables, la propagación de sus beneficios, limitados. Por si fuera poco, como si se tratase de un suceso natural, se quiere hacer de estos logros la simple apropiación de un objeto, abogando –desde luego– por el desarrollo ilimitado de la innovación, confundiendo en el extremo, lo que es lícito hacer con lo que es factible de obtener.[6] No olvidemos que “desde Hitler hasta Stalin, el verdadero peligro reside en quienes se amparan en el progreso, la ciencia y la verdad para llevar a cabo sus proyectos”[7].

La investigación científica –apunta Jacques Monod– constituye una obligación moral. El papel de la misma, para la construcción de un mundo mejor, debería consistir en la constancia de sus avances, agregando una visión humanista que mantenga en el primer plano de sus objetivos el respeto a la dignidad humana y a los derechos fundamentales, así como la procuración de sus beneficios a las mayorías. En otras palabras, el llano ejercicio de la fraternidad como punto de equilibrio de la proclama francesa de 1789.

El reto reside en hacer compatibles el conocimiento con otros valores como el bienestar, la libertad y la justicia[8].

El primer acto del drama que representó el siglo pasado, inició cuando un par de hermanos hizo volar un objeto más pesado que el aire. El telón de esta obra descendió justamente después de que dos de estos aparatos voladores –perfeccionados por la ciencia y la tecnología– se estrellaran para derrumbar a un par de las torres más altas del mundo. El siglo que comienza, lo hace de una manera similar.



[1] “La ONU denuncia que 854 millones de personas pasan hambre mientras sobra un 10% de alimentos”, EL PAÍS, 16 de octubre de 2007. Disponible en Internet en: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ONU/denuncia/854/millones/personas/pasan/hambre/mientras/sobra/alimentos/elpepusoc/20071016elpepusoc_4/Tes

[2] Morandé Court, Pedro, “Bioética y organización funcional de la sociedad” en Acta bioética 2002, año VIII, No 1, Organización Panamericana de la Salud, p.104. Disponible en Internet en: http://www.paho.org/Spanish/BIO/acta5.pdf

[3] “Las diez crisis humanitarias del mundo más desatendidas”, EL PAÍS, 15 de enero de 2009.

[4] “Una epidemia de la que no se habla”, EL PAÍS, 7 de mayo de 2009.

[5] Montemayor, Carlos, Las humanidades en el siglo XXI y la privatización del conocimiento, Universidad Autónoma de Nuevo León / Cátedra Raúl Rangel Frías, México, 2007.

[6] Morandé Court, Pedro, Op. Cit., p. 102.

[7] Villanueva Rance, Amaru, “Modernas posmodernidades”, en Revista ágora, Año V, No. 6, Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, México, 2009. Disponible en Internet en: http://www.colmex.mx/agora/

[8] Rovaletti, Lucrecia, “Las exigencias de una ética del conocer” en Acta bioética 2002, año VIII, No 1, Organización Panamericana de la Salud, p.142.




05 agosto, 2010

Obama pone fin a la guerra de Irak



El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer que, en cumplimiento de su promesa electoral, ha ordenado que el 31 de agosto acaben las operaciones de combate de tropas estadounidenses en Irak, dando por finalizadas unas operaciones militares que han durado más de siete años. Aun así, hasta finales de 2011, quedarán sobre el terreno 50.000 soldados estadounidenses para labores de supervisión y de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes.

Hoy cerramos un capítulo", dijo el presidente en un discurso ante una agrupación de veteranos de guerra en Atlanta. "A pesar de que los terroristas tratarán de arruinar nuestros avances y gracias a los sacrificios de nuestras tropas y sus aliados iraquíes, la violencia en Irak sigue en uno de sus puntos más bajos de los pasados años. El mes que viene cambiaremos de una misión militar de combate a otra de apoyo y entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes".

Como candidato, en 2008, Obama se comprometió a ordenar el final de la guerra en 16 meses. Al tomar posesión de su cargo, en enero de 2009, y ante la cercanía de las elecciones generales en Irak, el presidente decidió ampliar ese límite en tres meses. Ese ha sido el plazo final, que se cumple en septiembre. Las tropas que queden en Irak no participarán en operaciones de combate, aunque Obama admitió que pueden seguir siendo el objetivo de ataques por parte de radicales islámicos. "La dura verdad es que aún no hemos visto el final de los sacrificios de EE UU en Irak", advirtió.

La afirmación de ayer de Obama de que la violencia en las calles de Irak está en un mínimo histórico ha sido contestada, sin embargo, por el propio Gobierno iraquí. El sábado, desde Bagdad, se difundió un informe en el que se aseguraba queel número de muertos, civiles y militares había alcanzado en julio su nivel más alto en los últimos dos años: 535 fallecidos, 396 de ellos civiles. El Pentágono tachó esas cifras de falsas y emitió su propia estimación el domingo: 222 muertos.

Desde que entró en la Casa Blanca, Obama ha ordenado el regreso a casa de 90.000 de los 144.000 soldados que a día de hoy están desplegados en Irak. En su punto máximo, se llegó a 165.000 tropas norteamericanas. La orden de finalizar definitivamente la participación en operaciones militares llega, sin embargo, en un momento en el que Irak vive una gran incertidumbre política e institucional. El pasado mes de marzo se celebraron unas elecciones parlamentarias generales cuyo resultado fue tan reñido y disputado que, cinco meses después, todavía no ha dado Gobierno alguno.

El presidente recordó, sin embargo, la necesidad de mantener abierto otro frente de guerra, el que ya es el conflicto bélico más largo que ha vivido Estados Unidos. "No podemos olvidar que fue en Afganistán donde Al Qaeda planificó y se entrenó para el asesinato de 3.000 personas inocentes el 11 de septiembre. Es en Afganistán y en las zonas tribales de Pakistán donde los terroristas han lanzado otros ataques contra nosotros y contra nuestros aliados", dijo ayer.

Obama aprobó recientemente el envío de 30.000 tropas adicionales a Afganistán. Son ya 96.000 los soldados de servicio en un conflicto que ha empeorado con los años. Julio fue, de hecho, el peor mes para las fuerzas aliadas en los nueve años de guerra en aquel país. Murieron, en total, 66 soldados estadounidenses.

En los últimos meses, además, las relaciones de la Casa Blanca con el presidente afgano, Hamid Karzai, han empeorado notablemente. Y el propio presidente se vio forzado, en junio, a destituir al jefe militar de la guerra de Afganistán, el general Stanley McChrystal, después de un episodio de insubordinación, cuando este militar hizo unas declaraciones a la revista Rolling Stone en las que expresaba dudas sobre Obama y ridiculizaba al vicepresidente Joe Biden.

El presidente colocó entonces al mando de las tropas en Afganistán al general David Petraeus, quien había sido elegido por el ex presidente George W. Bush para organizar el refuerzo militar en Irak, al que Obama se opuso como senador en 2007. Ayer, Obama no mencionó a Bush en su discurso. El primero de mayo de 2003, el ex presidente había proclamado que la invasión de Irak era una "misión cumplida", a bordo del portaaviones USS Lincoln. La participación norteamericana en la guerra aun duraría siete años más.

Recientemente, y ante la proximidad de las elecciones al Congreso de noviembre, un buen número de congresistas demócratas ha puesto en duda la efectividad del rearme en Afganistán. La semana pasada, 102 de los 253 demócratas de la Cámara de Representantes votaron en contra de una ley, apoyada por el presidente, que destinará 44.000 millones de euros adicionales a financiar aquella misión. Hace un año, solo 32 votaron en contra de otra medida similar.

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