Foto: Fátima Rodríguez

05 junio, 2019

VI

Yo te aguardé esta noche con el ansia
de mirarte llegar, y de que luego
escucharas impávido mi ruego 
y me dieras tu fuerza y tu fragancia.

Pero quisiste darte la elegancia
de no venir, de desdeñar mi fuego,
sin saber que recibo por entrego
leche de muchos toros en mi estancia

Yo pensaba quererte en exclusiva;
gemir y sollozar bajo tu fuete,
brindarte mis pasiones rediviva.

Y a casa regresé –con tu billete–,
luego que una salubre lavativa
a los hijos ahogó de otro cadete.



Salvador Novo