Foto: Fátima Rodríguez

24 febrero, 2008

¡Depres!

Qué manera tan fresa de abreviar palabras...


... para los que se encuentren "depres", ahí les va esta imagen, algo vieja por cierto (click para verla más grande)





15 febrero, 2008

Cuento Erótico

Animal Vencido

Una tarde, hace menos de un mes, Gutiérrez me abordó, con toda la rapidez y frialdad propias del asesino de una figura pública. Se le veía nervioso, como siempre, pero esta vez un dejo de angustia prolongada le abrillantaba los ojos. Y así, sin mayores introducciones, me preguntó:
— ¿Es suya la gata que maullaba anoche?
Contesté que no había escuchado maullar a ningún gato anoche, y que sí, que probablemente era la mía, pero que también podría haber sido cualquiera de los muchos gatos que se pasean en las noches por los techos de nuestra cuadra.
— Gatos no, ésta era Gata, hembra felina — puntualizó Gutiérrez. — Y yo en verdad creo que era la suya.
— ¿Cómo lo sabe, Gutiérrez?
— Porque vengo escuchándola desde hace varios meses, y sé distinguirla.Me quedé un momento estático, viéndolo, percibiendo su insignificancia, esperando que de un momento a otro desapareciera completamente, pulverizado por sus angustias, vuelto un montoncito de ceniza en el suelo.
— ¡¿Gutiérrez?! — grité para que reaccionara. Por un momento, Gutiérrez fue una estatua cuyos ojos comenzaban a diluirse en lágrimas.
— Su gata está en celo ¿lo sabía? — dijo al fin.Le contesté que si. Gutiérrez me miraba ansioso cuando preguntó:
— ¿Cómo lo sabe? ¿Pudo ver la dilatación de su…?
Lo interrumpí diciéndole que lo sabía por el sonido característico que emiten las gatas en celo, por la manera desesperada que tienen de restregar la barriga en el piso y la espalda en las paredes. Gutiérrez volvió a quedarse en silencio, paralizado, el único movimiento era un temblor desquiciado en su párpado izquierdo.
— Estoy seguro que lo que voy a decirle le parecerá una locura.Me quedé en silencio, esperando que continuara.
— Estoy seguro que después de que le diga lo que estoy a punto de decirle, usted no querrá volverme a hablar, le dirá a todos los vecinos que estoy loco, cerrará rápidamente la puerta de su casa, con tres y cuatro candados, cuando me vea venir.
La curiosidad me sofocaba. Alcancé a decirle solamente:
— Jamás haría eso, Gutiérrez, usted es mi amigo.
— Muchas gracias, yo también lo considero a usted un amigo, por eso no puedo hacer más que decirle, que pedirle este favor, sin que me importen las consecuencias que acarreará mi atrevimiento.De nuevo me quedé en silencio, esperando.
— Por favor, querido vecino, mate a su gata en celo, mátela de la forma más cruel, ahóguela en la pila, amárrela con un cable seguro, empápela en kerosén y hágala arder en llamas definitivas; mátela por lo que más quiera, ahórquela, asfíxiela, sujétela de la cola para estrellar su pequeño cráneo en el más contundente de sus muros.
— Gutiérrez, por favor — le dije después de un largo silencio. — ¿Tanto le molestan los maullidos de mi gata?
— No señor, no me malinterprete, yo tolero cualquier cosa…Antes de continuar, Gutiérrez posó la vista en el estallido final del sol en el horizonte.
— Los alaridos de la hembra, su gata, me despiertan en la noche, como un llamado de otros tiempos… siento que me libero de mis pulgares y de mis dientes civilizados… es una invitación, si, una invitación al origen… me excito… me excito, y no sé por cuanto tiempo voy a ser capaz de contener el deseo de poseerla, no quiero terminar correteándola por todos los techos, tejados, árboles y paredes de esta ciudad, no quiero volverme un salvaje, yo soy un hombre educado, un hombre culto… yo soy un hombre… y no me puedo dar el lujo. Gutiérrez comenzó a llorar como un recién nacido hambriento, y mientras lo consolaba, ofreciéndole mi hombro y mi pañuelo, le prometí asesinar esa misma noche a mi gata en celo.

Odvidio Reyna
........
Egresado hace pocos años de la facultad de filosofía y letras de la UANL, donde siempre pugnó por una mejor calidad de enseñanza, Odvidio es uno de los mejores escritores y poetas de la nueva generación en Nuevo León. Pero, ¿para qué seguir con má choros biográficos? Baste leer un cuento como este para reconocer la calidad.

Estragos del 14 de febrero




...

08 febrero, 2008

Microcuento

Superficialidades


Tsadri, un pequeño ser de otro mundo, bajó a la Tierra con la finalidad de encontrarse con algún humano. Cuando lo logró, luego de unos minutos de observación y asombro mutuo, soltó azarosamente su primer juego de palabras:
– ¿Qué es éso?
– Una corbata –contestó el hombre.
– ¿Para qué sirve?
– …

Gibrán


----------------------

Comentario:

Sólo me queda una duda: en "minutos de observación y asombro" es ¿mutuo o mutuos?

Aiuta!!

... all you need is blog...