Trozos de trazos (del teatro)
ASTROV: Podrías
encender tus estufas con turba y construir los cobertizos de piedra; pero,
bueno…, admito que se corten por necesidad, pero destruirlos…, ¿por qué? Los
bosques rusos crujen bajo el hacha, perecen millones de árboles, se vacían las
moradas de los animales y de los pájaros, los ríos pierden profundidad y se
secan; desaparecen, para nunca volver, paisajes maravillosos, y todo porque el
hombre, perezoso, carece del sentido que lo haría agacharse y extraer de la
tierra el combustible (A Elena
Andreevna.)¿No es verdad, señora?... Es preciso ser un bárbaro sin juicio
para quemar en la estufa esa belleza… Para destruir lo que nosotros somos
incapaces de crear… Si el hombre está dotado de juicio y de fuerza creadora, es
para multiplicar lo que le ha sido dado y, sin embargo, hasta ahora, lejos de
crear nada , lo que hace es destruir… Cada día es menor y menor el número de
bosques… Los ríos se secan, las aves desaparecen, el clima pierde benignidad, y
la tierra se empobrece y se afea. (A
Voinitzkii.) Me miras con ironía, como si como si todo cuanto estoy
diciendo no te pareciera serio… Y puede que, en efecto, sea una chifladura…;
pero cuando paso ante bosques de campesinos, a los que he salvado de la tala; cuando
oigo el rumor de un joven bosque plantado por mí, reconozco que el clima está
algo en mis manos y que si, dentro de mil años, el hombre es feliz, será un
poco por causa mía…
Anton Chejov
Fragmento: Tío Vania
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