Foto: Fátima Rodríguez

02 agosto, 2014

Trozos de trazos


No siempre los había amado, pero unas buenas piernas y unos hombros anchos le habían suavizado las derrotas vitales. Esos brazotes sirven de consuelo decía entonces: los hombres son un placebo para la enfermedad de la vida.

Francesca Gargallo

Fragmento: Al paso de los días




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