Foto: Fátima Rodríguez

05 abril, 2009

Poema XV

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

5 comentarios:

Anónimo dijo...

hace como mil años que no leia este poema... me encanta... gracias gibo por recordarlo

Anónimo dijo...

Estuve ausente desde el día que nací,
Morí y resucité al llegar a tu región más transparente.

No te oigo,
no te veo,
no te respiro pero,
sí te siento...

Y callo, y estoy distante,
espero y no lo sabes.

Te hablé con mi silencio
y soñé que me escuchabas.

Pero callaré, porque al abrir los ojos
sé que estoy ausente
de tu vida y de tu alma.


Sinceramente para tí

KS

Gibo dijo...

KS,

¿y cómo sabes?

Anónimo dijo...

No podría ser de otro modo...

No te angusties,
seguirás haciendo-me sentir.

KSL

Gibo dijo...

KSL,

Pues angustiado no estoy.

Quizá, sí, con curiosidad.

pero bueno. Que quede así.