Mirar la historia con ojos propios
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Los americanos nos miramos a nosotros mismos con ojos prestados. Con aquella mirada –impuesta por
La crítica del fraile dominico consistió, precisamente, en ver a
Desde aquel discurso que consideraba la evangelización de las tierras americanas por propia mano de Santo Tomás Apóstol –encarnado en el mismísimo Quetzalcóatl– anterior a la llegada de los españoles, negando así la justificación de la conquista del nuevo continente; pasando por las intensas negociaciones durante las Cortes de Cádiz, hasta llegar a los combates junto a Francisco Javier Mina a favor de la independencia de México, fray Servando sostuvo firmemente una convicción: procurar el estatuto de igualdad entre Nuestra Señora de Guadalupe y la del Pilar, entre americanos y europeos. Fue esta idea, en general, la que llevó a la emancipación de México del viejo continente.
Y es Susana Rotker, con esta invitación que hace al lector a “mirar la historia al revés”, quien despoja a fray Servando de sus vestiduras anecdóticas (siete escapes de prisión o una momia deambulante no son un cualquier pretexto) y lo ubica dentro de una dimensión más justa: como uno de los creadores de una teoría poscolonial para América Latina. En el texto, Rotker –acreedora del Premio Casa de las Américas en 1991– concibe a Mier y Noriega como “un personaje de transición”, situado entre la represión política, cultural y religiosa en la que nace y la convulsión insurgente de la que fue partícipe, pero sobre todo, como actor elemental de “esa etapa madre y padre de los proyectos del país.”
La versión traducida del inglés de Fray Servando: la mirada americana, que sirviera como prólogo de las Memorias del padre dominico y que publicó
Gibrán Domínguez
Fray Servando: la mirada americana; Susana Rotker, Cátedra Fray Servando Teresa de Mier / UANL, México, 2008, 107 pp.
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Saludos Gib!